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07 Trato con sus superiores EN EL CAPÍTULO Anterior se habló sobre la actitud del gerente hacia sus empleados. Es también importante para aquellos prestar atención a sus superiores, pues su éxito futuro depende tanto de unos como de otros. Si recién ha obtenido una gran promoción, sentirá agradecimiento hacia sus superiores, y también debe sentirse satisfecho de que los altos ejecutivos hayan sido lo suficientemente perceptivos como para reconocer su talento. Pero su nueva responsabilidad requiere de usted un nuevo nivel de lealtad. Después de todo, ahora forma parte del equipo de dirección. No será un buen miembro de ese equipo si no se identifica con ellos. Recuerde, sin embargo, que quien es su superior, no necesariamente es más inteligente que usted. Su jefe podría ser más experimentado, podría tener más antigüedad en la compañía o estar por encima de usted en los puestos de dirección por otras razones. Aunque también es posible que se desenvuelva extremadamente bien, y que sea más inteligente que usted. Lealtad con ellos La lealtad ha caído en un gran descrédito. Una lealtad ciega nunca ha sido muy recomendable, pero lealtad no significa vender el alma. Su compañía y su jefe no está para estafar al mundo. sí es así aún no merecen su lealtad. Más aún no debería estar trabajando para ellos. Supongamos que está convencido de que los propósitos de su compañía son encomiables y está encantado de estar asociado para lograr esas metas. El tipo de lealtad de la que estamos hablando tiene que ver con llevar a cabo políticas o decisiones que usted apoye moralmente. Asumamos que su posición en la empresa permite algún aporte en as decisiones en el área de su responsabilidad. Debe realizar todos los esfuerzos posibles para asegurarse de que esos aportes, elaborados concienzudamente, abarquen la totalidad de los aspectos. No sea esa clase de gerentes de mirada estrecha, anotada, cuyas recomendaciones son para beneficiar solo su a rea de responsabilidad. Cuando esto ocurre, sus consejos no se reconocerán, porque no se apoyan sobre la base de un enfoque general. Si hace recomendaciones que tienen al todo como meta y que, consecuentemente, representan un gran bien para la compañía, sus consejos serán valora dos mucho más seguido. Lo más importante aquí es que su inclusión en la toma de decisiones en el proceso puede estar más alá de su propio nivel directivo. En ocasiones, una decisión o política a seguir se tomará a pesar de las opiniones en contrario que usted haya expresad a. Se esperará que las apoye y aún más, que las implemente. Pregúntele a su ji fe por qué se tomó esa decisión, si es que todavía no lo sabe. Descubra las consideraciones que se tuvieron en cuenta para formular esa política. Determine lo que pueda acerca del proceso que condujo a esa decisión. La vieja filosofía de seguir a un líder ciegamente, en los círculos directivos de hoy, no se sostiene más. Sin embargo, muchos gerentes y ejecutivos de alto rango sin dudas desean que esa lealtad niega todavía exista. Si se encamina a realizar un destacado trabajo directivo, tiene el derecho de entender las políticas y las decisiones su subyacente de la compañía. Quizá su propio jefe sea quien sigue a las más altas autoridades a rajatabla, y guarda información sobre las directivas tomadas, fueran un secreto, y usted su enemigo. En en las más altas esferas, como si se caso, puede necesitar ser más diplomático en cuanto a cómo obtener las expuestas a sus preguntas. Si la política a seguir afecta a otros departamentos, puede encontrar gente, en su propio nivel organizacional, en eso departamentos. Si un amigo, en el departamento X tiene un jefe que comparte información libremente con sus empleados, podría ser relativamente simple descubrir lo que quiera saber, compartiendo una taza de café con su amiga. Usted tiene una responsabilidad • Mantenga a su jefe informado de sus planes, acciones y proyectos. • Sea considerado con el tiempo de su jefe y trate de establecer horarios de citas y encuentros de acuerdo con la conveniencia de su superior jerárquico. • Preséntele sus argumentos y preocupaciones de forma lógica y objetiva, y dé ejemplos y hechos para respaldar lo que está diciendo. • Esté preparado para escuchar los puntos de vista de su jefe, i podría estar en lo cierto! Cómo tratar can un superior irrazonable No vivimos en un mundo perfecto. Como resultado de ello, en algún momento, en su profesión, podría estar en la inconfortable posición de subordinarse a un jefe difícil, alguien que no está haciendo bien su trabajo directivo o quizá sea desagradable estar a su alrededor. Y claro, no puede despedir a un jefe incompetente o irrazonable, aunque esa perspectiva pueda resultarle agradable. Seamos francos. Si un gerente que tiene antigüedad es una persona difícil, tiene que preguntarse por qué si todos saben que es desagradable trabajar con él, incluidos los estratos más altos de la organización, se permite que esa situación continúe. Sin embargo, por otro lado, si todos los demás en el departamento piensan que ese gerente está haciendo un buen trabajo, y usted es el único que tiene problemas, entonces es una situación diferente. Si es nuevo en el departamento, debería darse un tiempo y no reaccionar tan rápido. El problema podría resolverse en sí mismo si usted hace un buen trabajo y no es hipersensible. Podría encontrar que es un tema de estilo y no de esencia. Ahora, si su gerente le está causando realmente problemas, o a sus subordinados directos, necesita definitivamente hacer algo. Y tiene algunas opciones viables para poner en práctica. Dependiendo del ambiente político y de la cultura de su organización, podrían funcionar mejor diferentes estrategias. Enseguida debería tratar de comunicarse directamente con su jefe inmediato Explíquele lo que ocurre. Dígale de manera Profesional cómo él comporta- miento de esa persona o las políticas o acciones puestas en práctica están afectando el resultado final de la empresa. Por ejemplo, suponga que su gerente le está dando instrucciones diferentes al equipo de las que usted mismo imparte. Eso está causando un retraso de embarque y los clientes se quejan, por lo tanto, afecta al resultado final. Aunque él o ella no quieran escuchar eso, su jefe debería apreciar que haya sido recto al señalar el problema. Con frecuencia, los jefes no se dan cuenta de que podrían estar haciendo algo inapropiado. Necesitan los comen arios. Debería tratar de encontrarse con su jefe regularmente, para discutir cualquier problema o tema que necesita tratarse. Si su superior jerárquico no cree que esos encuentros sean necesarios, entonces debería insistir. Trate de poner sobre el tapete la conveniencia de tener una comunicación constante, y cómo esta prevendría que los problemas se expandieran y cómo ambos se beneficiarían si la llevaran a cabo. Otro tema para mencionar es que siempre aconsejo que aquellos nuevos! gerentes a los que no se les asignen mentores debieran encontrar uno por sus propios medios. Necesitan a alguien dentro de la organización al que todos respeten y que esté al tanto de los movimientos políticos que se realizan. Precisa una persona que lo pueda tomar bajo su organizacional. a la y enseñarle acerca de la vida Ahora vamos a suponer que tiene un jefe al que no le gustan los comentarios de sus empleados. Entonces, ¿que es lo que hace? Es aquí donde el entendimiento de la política y cultura de su organización entran en juego y donde su mentor puede ser de gran ayuda. l Necesita tener a alguien más para hablarle a su jefe. Podría ser alguien de su nivel, un amigo mutuo que tengan en la organización, en Recursos Humanos, i su reputación es buena y juega limpio, o podría tomar el riesgo más grande de todos y saltar algunos niveles, para que esa persona hable con su jefe. Tenga en mente que si da ese paso probablemente cortará la relación con su jefe para siempre. Pero puede no tener otra opción. Está tomándola por su equipo y el beneficio general de su organización. Tiene una última opción. Podría decirse a sí mismo: «El jefe es difícil. ha sido difícil por muchos años; a nadie parece importarle, o nadie está preparado para cambiar su comportamiento. Este podría no ser el mejor lugar para mí, puesto que mi jefe influye en mi éxito. Quizá necesite ubicarme en otro departamento o en otra organización».