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Sigo dedicada al pene de Carlos y a darle un espectáculo al hombre, para que vea lo buena que soy. El no mira la pantalla en ningún momento ya que esta embe-lesado con el espectáculo que le estoy dando yo. De repente siento que toma mi mano y se la lleva para po-sarla sobre su pene. Según iba llevando mi mano, siento una sensación de cos-quilleo por el estomago. ¡El morbo y la excitación se apoderan de mi, pero me quedo quieta sin saber que hacer! Mientras tanto sigo masturbando con mi mano derecha a Carlos que esta totalmente entregado en la película que esta pa-sando por la pantalla y no se ha dado cuenta de los últimos acon-tecimientos. ¡Que raro se siente mi mano izquierda posada sobre el pene de un extraño mientras mi mano derecha masturba a Carlos! Y además quien diría que este viejete tiene tan buen pene. No es grande de largo, pero es muy gordo, extremadamente gordo diría yo. ¡Que sensación de poder! Quiero que Carlos sepa lo que esta pasando, quiero que se entere de lo que me he atrevido a hacer, pero no se como hacérselo saber y como no me mira, se me ocurre solamente apretar su pene con fuerza para llamar su atencion. Le aprieto tan fuerte que me mira extrañado a los ojos y en este momento le hago señas para que mire hacia abajo. Carlos aprovecha un beso que me da en el cuello, para asomarse y ver lo que estoy haciendo. Noto como el pene de Carlos se pone durísimo, por la ex-citación que siente al ver lo que estoy haciendo. Repentinamente me aparta la mano de su pene y lo sujeta con su mano, sin moverse. Quieto, tal y como hace cuando esta a punto de correrse y no quiere. Ese es otra señal mas que me indica que esta muy excitado. Yo me dedico mientras tanto este pene gordo de un señor que no conozco de nada, con el que ni siquiera he cruzado una sola palabra y que ha cogido mi mano para posarla sobre su pene. No llevo ni dos minutos masturbándole cuando de repente y sin previo aviso explota en mi mano y me la llena de su liquido viscoso y caliente. ¡Wakala! – Le digo a Carlos al oído, sintiendo como este ja-dea de la excitación por lo que acaba de ver.