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Catar tiene la misma población que Toronto (Roma) , casi rozando los tres millones de habitantes. Y su superficie es más pequeña que la de Irlanda del Norte (13,8) Según datos de Naciones Unidas, el 99% de la población vive en el área urbana de Doha, Aquí, la densidad habitacional 18.000 por km2, más de tres veces la densidad de Londres (5.500) El pequeño país del Golfo Pérsico tiene la economía del tamaño de Hungría y elpetróleo es su primera fuente de ingresos. (Quatar gdp $179,571M cHungry $182,281M) Con sus rascacielos, sus estructuras construidas sobre el agua, en la capital de Catar conviven proyectos innovadores con espacios abstractos, donde servicios, viviendas y zonas urbanas no están claramente definidas. Una ciudad, prácticamente sin pasado, fundada en 1825 bajo el dominio británico de la región, y que se ha convertido en banco de pruebas para la que se ha llamado “arquitectura global genérica”. Y con el mundial de fútbol, Doha ha dado otro y definitivo impulso al desarrollo de su visión arquitectónica futurista. Y en esto lo que más destaca sin duda son los estadios y sedes levantados en los últimos años. Catar es el país más pequeño en acoger la competición en toda la historia del mundial. Un país sin tradición futbolística ni capacidad, que ha tenido que construir 8 estadios desde cero. Todos se encuentran muy cerca de Doha y solo uno se encuentra a unos 50 km de la capital. La distancia entre los estadios más lejanos es de 75 km. A pesar de una inversión total que supera los 4 mil millones de dólares, cuando finalice el Mundial la mayoría de los estadios serán desmantelados o reducidos, como será el caso del Estadio 974 de Doha. En teoría, este estadio se podría desmontar y transportar a otra ciudad para otro uso. Su nombre se debe a que está construido a partir de 974 contenedores de transporte que llegaron por barco. Además este número es el código de Catar para las llamadas internacionales Otro estadio que se desmontará será Al Janoub, diseñado por la desaparecida arquitecta Zaha Hadi. Tras el Mundial reducirá su aforo a 20.000 asientos, donando la otra mitad restante a otros proyectos deportivos en todo el mundo, en un ejemplo de la economía circular que Catar ha querido imprimir a su mundial. A pesar de ser uno de los principales productores de petróleo, la mayoría de estos estadios se alimentarán con paneles solares. Servirán para reducir el impacto energético provocado por la instalación de un sistema de refrigeración, como el Estadio de la Ciudad de la Educación. Uno de los pocos que no será destruido. El más sostenible puede que sea el estadio Ahmad Bin Ali. El 80% de la estructura se ha construido con materiales reciclados del edificio preexistente. La cosa es que habitar el desierto no es una tarea fácil. La mayoría de las ciudades de Catar han sido diseñadas y proyectadas sobre plano antes de ser construidas, como es el caso de Lusail. Se encuentra a 15 kilómetros de Doha, pero es prácticamente indistinguible de la capital. Ha sido construida a la vanguardia tecnológica y tiene el objetivo de llegar a 200.000 habitantes. Aquí se encontrará el estadio homónimo, inspirado en los cuencos hechos a mano en los países árabes. Hay otros dos recintos inspirados a la tradición islámica. El diseño del Estadio Al Tumama diseño recuerda la "gahfiya", el gorro tejido tradicional que llevan los hombres y niños de Oriente Medio. Y el Al Bait retoma la forma de las tiendas del desierto utilizadas por las poblaciones nómadas del Qatar. El estadio Al Khalifa es el único que existía antes de que Catar consiguiera acoger el mundial. Construido en 1976 y remodelado a lo largo de los años , es el símbolo del fútbol y el estadio nacional. Está dedicado al califa bin Hamad Al Thani. Ampliado para la competición, será el único estadio que no será reducido o desmantelado cuando termine el campeonato. Sobre los estadios de fútbol de Catar se extiende una sombra negra. Aunque es imposible determinar la cifra exacta, según una investigación de The Guardian, por lo menos 6 mil trabajadores habrían fallecido en la construcción de los estadios. Más que en cualquier otra competición deportiva. Accidentes, horarios de 14 horas, el calor y la falta de derechos laborales serían los culpables de la muerte de estos trabajadores procedentes de India, Bangladesh y Nepal. Así ni la cara ecologista tras la construcción de estadios servirá para eliminar todas las contradicciones y controversias con los derechos humanos o los distintos problemas logísticos de un mundial que incluso la propia FIFA cree ahora que ha sido un error.